Llega el verano y la atención se centra en el cuidado de tu piel pero, ¿te has parado a pensar que, si no lo cuidas, tu cabello también sufre en esta estación? El agua salada, el cloro y el sol podrían dañar la estructura de queratina, alterar el color y debilitar el pelo. Éste necesita cuidados extra, toma nota.
Puesta a punto
El uso continuado de secador y plancha podría haber castigado tu cabello durante el invierno. Pérdida de brillo, de fuerza y falta de hidratación son algunas evidencias: tu pelo necesita una sesión puesta a punto.
Existen tratamientos:
- de células madre para nutrir, hidratar y recuperar el brillo y la estructura del cabello. Es un tratamiento vegetal que evita el envejecimiento celular.
- de colágeno marino que regenera el cabello y mejora los resultados de la coloración, permanente o alisados.
- de queratina para relajar la textura del pelo, a la vez que fortalece, hidrata y alisa.
Durante el verano
El cloro de las piscinas elimina las grasas naturales que protegen el pelo haciendo que se vuelva quebradizo. El agua salada lo reseca y realza la acción del sol sobre el cabello como si de una lupa se tratase. Los rayos solares debilitan la estructura, el brillo y el color del cabello. ¡Qué faena, ¿verdad?!
Al igual que interiorizaste el protocolo de aplicar protector solar a tu piel, es necesario que antes de exponerte al sol utilices un producto que ayude a que el cabello no se reseque. Hablamos de un fotoprotector especial para cabello que preserva la fibra capilar. Son productos que contienen aceites que evitan la desaparición del color, nutren, aportan brillo extra y protegen tu pelo de los rayos UVA y UVB. Es necesario que lo apliques cada dos horas y después de cada baño.
Al llegar a casa después de una jornada de piscina o playa, es necesario que hidrates bien tu cabello para evitar que se reseque. Aplicar una mascarilla semanalmente es muy importante. Recuerda aplicarla durante 20 minutos y retirarla con agua fría para darle más brillo al cabello. Al secar tu pelo no lo estrujes ni lo aprietes demasiado, mejor sécalo con suavidad. También te ayudará aplicar con cierta frecuencia productos como el germen de trigo, aceite de argán o lino, ceramidas o vitaminas A y E que protegen e hidratan.
Si tienes alguna duda, consulta a tu peluquer@ habitual cuando realices el tratamiento "puesta a punto". Él te orientará sobre los productos que mejor le sientan a tu cabello.
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