domingo, 31 de mayo de 2015

Prepara tu piel para el día de tu boda

Seguimos avanzando en nuestras entregas sobre novias y hoy queremos hablarte de la importancia de cuidar la piel de la cara. De nada servirá un maquillaje impecable si la base sobre la que lo aplicas no está al cien por cien que requiere ese día tan especial. La piel debe estar hidratada y haber sido objeto de tratamientos previos para regenerar la epidermis. 


Limpia tu piel en profundidad.

Es uno de los aspectos fundamentales para deshacerte de los residuos acumulados. A la acción desmaquillante se une una buena exfoliación para eliminar células muertas. Con la aplicación de alta frecuencia, masajes y mascarillas también ayudarás a desterrar esa piel muerta. De esa manera estará más receptiva a los tratamientos que le apliques. 




Repara tu piel a nivel interno y externo.

A nivel interno, una dieta depurativa te ayudará a eliminar las toxinas que guarda tu piel producto de la ingesta de grasas o el consumo de tabaco o alcohol. Tomar zumos de frutas y vegetales es un complemento antioxidante perfecto.

A nivel externo debes procurar una piel oxigenada e hidratada y, por tanto, una piel luminosa. Tu esteticista habitual diagnosticará el estado de tu piel examinando si es mate o tiene brillos, qué alteraciones presenta, si tiene elasticidad o hay variaciones en el tejido muscular. En función de este análisis  determinará qué tratamientos necesitas.
  


¿Qué tratamientos requiere mi piel?

Vendrá determinado por el tipo de epidermis que tengas. Aquí te proponemos unos consejos básicos en función de tu tipo de piel:

PIEL DESHIDRATADA
-Te conviene aplicar una exfoliación química basada en ácido glicólico (AHA). Se trata de productos extraídos de sustancias naturales y que tienen una alta eficacia porque al tratarse de pequeñas moléculas, éstas pueden penetrar hasta lo más profundo de la epidermis.
-También te podrás ayudar de ampollas hidratantes con gran composición de aminoácidos. Se aplican con masaje, ionización u oclusiones térmicas.
-Una mascarilla hidratante o un velo de colágeno te devolverá la hidratación que necesita la piel. Diariamente no te olvides de utilizar tu crema hidratante habitual.



PIEL SENSIBLE.
-Debes tener cuidado a la hora de desmaquillar tu piel, así que mejor utiliza productos hipoalergénicos que no supongan un efecto agresivo para ésta.
-Exfolia tu piel ayudándote de un suave peeling que te ayude a eliminar las células muertas
-Un masaje descongestivo o un drenaje linfático manual también te ayudará a devolver la elasticidad a la piel. Podrás completarlo con la aplicación de una ampolla descongestiva.


PIEL GRASA
-Desmaquilla tu piel con una sustancia astringente de los tejidos epidérmicos y exfóliala ayudándote de un peeling ultrasónico.
-Deberás aplicar una ampolla  y una mascarilla que regule la grasa de la piel. Cuidado de no aplicarla en exceso para no producir sequedad.
-No te olvides de la importancia de cuidar tu alimentación. Evitar productos grasos o con alto contenido en azúcares.




PIEL MIXTA
-En el proceso de desmaquillar, incide bien en la limpieza de la zona T (frente, nariz y barbilla)
-La aplicación de radiofrecuencia permitirá a revitalizar tu piel de forma natural a través de un aumento de la temperatura y la reactivación del colágeno de la piel

-Masajea tu piel ayudándote de cremas con alto contenido en vitaminas.


Te hemos propuesto una serie de pequeños consejos pero será necesario que acudas a tu esteticista de confianza que será la persona que te aconseje sobre los tratamientos que mejor te convienen. En un primer momento, sería ideal realizarlos semanalmente, para luego ir espaciándolos en el tiempo. 


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